¡Conoce Michoacán con nosotros! ZIRAHUEN

Cuenta una leyenda que los conquistadores españoles secuestraron a la bella princesa purépecha Eréndira y la escondieron en un valle rodeado de bosques y montañas. Desconsolada por haber perdido su libertad, Eréndira lloró implorando a los dioses del día y la noche, quienes le enviaron un torrente de lágrimas que se transformó en un lago donde se arrojó, convirtiéndose en sirena.
 
El lago de la historia mítica es Zirahuén, cuyo nombre significa Espejo de los Dioses, y un paisaje natural privilegiado en torno al cual se desarrollan emocionantes actividades al aire libre.
 
Ubicado en plena zona lacustre del estado de Michoacán, a 15 kilómetros de Santa Clara del Cobre, a 25 de Pátzcuaro y a 75 de Morelia, Zirahuén es también un pequeño pueblo adoquinado volcado al turismo. En su centro se levanta la parroquia del Señor del Perdón, frente a una plaza con un kiosco y una fuente de cantera. Aunque su punto más emblemático son nueve arcos ubicados a orillas del lago que protagonizan las fotografías más típicas de Zirahuén.
 
Sin embargo, la mayoría de los visitantes se dirigen de inmediato al muelle principal, donde se puede tomar alguna embarcación para disfrutar las vistas que se obtienen desde el agua, que regala a la mirada los miles de matices del color verde.
 
Todo el lago está rodeado de cabañas y trojes (antiguas construcciones de madera), donde es posible alojarse, zonas de acampada y restaurantes que sirven especialidades como los charales, el caldo de pescado blanco, la trucha rellena, la sopa tarasca y las quesadillas de flor de calabaza o huitlacoche. También hay facilidades para practicar deportes de aventura, renta de kayak, paseos a caballo, senderos para caminar o montar bicicletas de montaña, tirolesas y cuatrimotos.
 
Zirahuén está dividido en tres secciones: Orquídea, con lugares para celebrar eventos, actividades ecoturísticas y cabañas; Alpina, con cabañas con sus pronunciados techos a dos aguas, un parque de aventuras y la pequeña bahía de Agua Verde; además de Zirahuén, donde está el poblado, hay cabañas, lugares donde comer a precios accesibles y un restaurante con vistas al lago y a los arcos.